miércoles, 2 de enero de 2008

Creer que escribimos

Este texto debe ser viejísimo, no recuerdo exactamente la fecha... pero debe ser un 2004. Ahora que lo vuelvo a leer sólo le haría unas correcciones... Aquí va el original a ver qué dicen.

Cuando pienso en escribir
pienso mucho escribo poco,
cuando escribo sin pensar,
escribo mucho y pienso poco.

Será algo raro que nos pasa
a los locos que vivimos de las letras
y los acordes, y las musas muertas
que a veces son sólo pretextos.

Pretextos que nos traen arraigos
y delirios,
deliros como la soledad
que no es otra cosa que un espacio vacío.

Tan vacío como tu sombra,
tus huellas, tus besos perdidos,
como los momentos pendientes.

Tan pendientes, que nunca los fraguamos,
que nunca los ideamos, y que nunca suceden.

Y que no suceden por que no los creamos,
y si los creamos, es porque no existieron,
por eso siento rabia.

Y mi rabia la expreso en letras,
que con coraje plasmo,
y las plasmo en letras,
y las letras se vuelven canciones,
o poemas.

Poemas a la vida, poemas al amor,
poemas a la suceptibilidad de uno mismo,
que sólo transmitimos algo nuestro
que se identifica en otros.

En otros como ustedes que están leyendo,
o escuchando.

Escuchando en algún foro,
en algún rincón,
o en alguna cantina.

Cantina refugio de los triunfos,
de las victorias, o los desamores.

Desamores que nos vuelven locos,
o nos vuelven genios.

Genios que creen que crean,
o crean lo que creen.