Anoche me soñé entre tus piernas,
y los pájaros nocturnos dejaron de cantar.
Las deudas y las reuniones de trabajo
las dejé guardadas en el bolsillo de mi billetera.
Me olvidé, de mis miedos, de mis retos,
de mis días de poemas inconclusos.
Olvidé los diálogos frente al espejo,
olvidé el vértigo de sentirte entre mis brazos,
y hoy...
Hoy mi sonrisa nadie la borra,
no sucedió en realidad,
pero tengo la satisfactoria experiencia de que anoche,
me soñé entre tus piernas.
jueves, 26 de julio de 2007
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